Crónica Alevín 2003

ALEVÍN 2003  53 –  34 SAN PASCUAL MONTPELLIER 

Como decíamos en la última crónica, hoy tocaba jugarse el liderato (y tal vez el 50 % de la clasificación para la segunda fase) contra San Pascual Montpellier. Lo que en principio iba a ser un partido entre niños de 10 años se convirtió en una exposición de dos maneras radicales de entender el baloncesto de formación: por nuestra parte, la búsqueda de un juego rápido, basado en los pases, en que corra el balón más que los jugadores; por parte del rival, un juego posicional, con bloqueos en toda la pista. De hecho, la principal característica de su juego era esa: la utilización de bloqueos, lo cual creó una agria polémica. ¿Son legales?: Si. ¿Deben ser utilizados en estas categorías?: No, porque el uso de bloqueos debe ser un paso más en la formación de sus jugadores, cuando previamente ya se atesora un buen nivel de 1×1 y una buena capacidad para romper a su defensor sin ayuda, lo cual en un Alevín de 1º año es una entelequia. Si lo que se trata, sin embargo, es de esconder defectos del equipo resulta mas comprensible. En resumen: úsalos si quieres ganar partidos en lugar de formar jugadores.

Así planteado, el protagonismo recayó mas en el banquillo adversario que en la pista y lo cierto es que esa batalla la perdimos, viéndonos obligados a jugar de un modo que no es el que intentan inculcar nuestros entrenadores. De este modo, aunque en defensa seguíamos muy concentrados, anulando la principal amenaza del rival, en ataque escaseaba la fluidez en la circulación del balón. Aun así, bastaban unos pocos momentos de rápidas combinaciones para ir adquiriendo ventaja (21-6 al final del 2º sexto), aunque al descanso San Pascual recortaba hasta el 24-12.

En la segunda parte se vio la cara y la cruz del equipo: empezamos a jugar como sabemos hacerlo y en un visto y no visto endosamos un 10-0 (34-12). Partido cerrado. Pero vino un tiempo muerto del extravagante (dicho sea en la estricta acepción del DRAE) entrenador contrario y pasamos a otro partido: desde ahí hasta el final del encuentro se jugó al modo que ellos propusieron. En ese baloncesto trabado y estático al menos nuestros chicos demostraron que también saben competir (encajamos 22 puntos y anotamos 19), pero San Pascual logró su objetivo: encarar el partido de vuelta con alguna posibilidad de remontar (53-34).

En todo caso: felicidades a los chavales por la victoria (siguen invictos) y recordarles que nuestra filosofía de juego es innegociable: ganaremos o perderemos, pero solo en equipo seguiremos avanzando.