Crónica Alevín 2003
ALEVÍN 2003
FUENLABRADA 71 – ALCORCÓN BASKET 21
Era uno de los escenarios posibles y, por desgracia, se dio. La segunda fase siempre obliga a pagar un peaje de inicio y éste fue excesivo, un cierre de marcador. Se unieron varios factores: un campo diminuto donde a los nuestros le costaba encontrar referencias en una de las bandas, un arbitraje permisivo en lo referente a los contactos (claramente perjudicial para el equipo de menor físico), la no por previsible menos inevitable falta de concentración inicial y un acierto espectacular de adverso desde el triple en el arranque. De resultas de todo ello, un 13-0 de inicio y, sobre todo, la certeza que el objetivo en el partido tenía que ser competir y olvidarse del resultado.
Sin embargo, estamos ante niños de 10 años y cambiar el chip sobre la marcha es complicado. Cada quinteto que salía tenía que afrontar ese amargo baño de realidad y solo tras el descanso es cuando empezamos a adaptarnos a la nueva situación de juego y encarar el aro contrario sin complejos, lo cual no evitó el cierre de marcador.
Un resultado tan amplio no admite referencias a ciertas situaciones surrealistas que se dieron o a factores de suerte o mala suerte. Fuenlabrada se mostró netamente superior en este partido y punto. A partir de ahí se trata de aprender de los errores cometidos “ el necio nunca se recupera de sus victorias y el inteligente siempre se recupera de sus derrotas” y demostrar que somos constantes en el esfuerzo e inasequibles al desaliento. Siendo objetivos, hay equipos mejores, por supuesto, pero ninguno debe cerrarnos marcador; si eso ocurre, es por deméritos nuestros. Sobre ello dos puntos a considerar:
1º) Tras cada tiempo muerto se observaba una positiva reacción (por ejemplo, tras el 13-0 y tiempo muerto, en el resto del periodo el parcial fue 2-2), lo que supone que PODEMOS, pero hay que jugar sin complejos y concentrados.
2º) En el cuarto periodo (cuando empezamos a acordarnos que habíamos ido a jugar al baloncesto –lo que implica que hay que mirar aro- contra chicos de nuestra edad –esto es, ni marcianos, ni el Real Madrid de ACB-) metimos más puntos que en toda la primera parte.
Perder hoy estaba asumido y descontado, por lo que nuestros chicos ni deben estar tristes ni desanimados (de hecho son dignos de elogiar ciertos ejemplos de concentración defensiva), sino enfadados porque saben que tienen dentro mucho más de lo que han evidenciado hoy. Si en el próximo partido en nuestro campo son capaces de mostrarlo, bienvenida sea esta derrota.