Crónica Alevín 2003
ALEVÍN 2003 73 vs 21 Coslada
Final de la primera vuelta contra el equipo colista del grupo. De acuerdo con los resultados anteriores que había cosechado, se anticipaba un partido de transición y así fue. En este tipo de encuentros, el objetivo es más bien intentar plasmar al máximo lo que hemos practicado durante los entrenamientos, aprovechando que el rival probablemente nos deje jugar. Y, para no perder la costumbre, lo hicimos a ráfagas.
El primer periodo respondió a esos parámetros y, con movimientos rápidos de balón en ataque acompañados de una buena defensa y dominio del rebote en ambas canastas, acabamos cerrando sexto con 22-0.
El segundo periodo continuamos asimilando esos conceptos básicos de juego que deben caracterizar a nuestro equipo –pasar y cortar-, pero volvió a aparecer otro de esos lugares comunes que hay que solventar: es inevitable que nos anoten puntos mediando una buena circulación del balón o un triple de rápida ejecución, pero después de cinco partidos de competición, ya no es admisible que un jugador nos meta una y otra vez canastas botando siempre por la derecha, a velocidad de crucero y arrancando desde su campo, simplemente porque se va abriendo paso con su brazo izquierdo. Final de periodo: 41-11.
Afortunadamente, a partir de ahí ajustamos en defensa y el único arma ofensiva que le quedó a Coslada fueron los triples que, en esta categoría, constituyen un argumento interesante, pero insuficiente. Con ello y el retorno de los pases, buscando el jugador mejor colocado, llegamos al descanso con 61-14.
Nueva pérdida de concentración tras la reanudación del juego, pues solo así se explica que no llegase el cierre del marcador hasta el quinto sexto. El último, como en el partido anterior, y con el marcador asegurado, dedicado con buen criterio para rotaciones.
¿Evaluación de esta primera vuelta?: A nivel competitivo estamos en una posición inmejorable para pasar a la siguiente fase como primeros de grupo, con lo que, al menos, igualaríamos la posición de la temporada 2012/2013; a nivel formativo se observa una destacada progresión tanto a nivel individual como, sobre todo, de juego en equipo. El conjunto ya sabe a qué juega y como tiene que hacerlo, aunque todavía cueste desprenderse de ciertos hábitos adquiridos. El mensaje que se transmite desde el banquillo es claro y sin fisuras: los chicos tienen calidad y ganas, pero solo si las ponen al servicio del equipo podremos aspirar a mayores metas.
Ahora tenemos toda la segunda vuelta para examinarnos si seguimos evolucionando o nos hemos quedado estancados. Mientras tanto: ¡Felicidades por lo conseguido hasta ahora chicos!.