Crónica Alevín 2002 “B”: Cuando la fe mueve montañas

 

 ALCORCÓN BASKET “B”  vs   COLEGIO SAN AGUSTÍN

Cuando la fe mueve montañas (41-40)

En  la segunda jornada del Grupo 9  en competición federada nos rendía visita uno de los colíderes del grupo, el Colegio San Agustín. Un equipo de gran tradición en el baloncesto madrileño que había saldado su primer envite con solvencia.  Duro escollo para los nuestros.  Pero en  este deporte no hay nada que dar por perdido hasta que el árbitro pita el final del partido. Y buen ejemplo ha sido este encuentro de hoy.  En  un trepidante  final   de partido  no apto para cardíacos cayo el triunfo del lado de los nuestros por un solo  punto,  tras una épica remontada en el último sexto, gracias a esa fe inquebrantable que  tuvo  todo el equipo en la victoria,  pese a ir  casi todo el encuentro por detrás en el tanteador,  salvo la canasta inicial  del partido.

 

Fue, en general,  un encuentro  trabado en bastantes fases del partido, con muchas faltas -los dos conjuntos  entraron pronto en bonus y dispusieron de muchos tiros libres-,  jugado de poder a poder con mucha intensidad, donde ninguno de los dos  dio su brazo a torcer  y que finalmente se llevó el equipo que más inspirado estuvo de cara al aro los instantes finales.

 

Entrando en lo que fue el partido por períodos, en el primero el Alevín “B” no encontró su sitio en la cancha. Muchas pérdidas de balón,  precipitación en los pases, ciertos despistes en defensa y un  desacierto  en el tiro, hizo que  San Agustín tomara ventaja en el marcador, si bien afortunadamente para los nuestros no pudieron irse con una ventaja decisiva  (2-8). En el segundo período salida en tromba de Alcorcón y con un parcial de 7-1   igualan el choque (9-9). Los colegiales consiguen frenar el empuje del Alevín “B” y ponerse nuevamente en franquía (11-15 al final del sexto). En el tercero,  dos triples consecutivos disparan a San Agustín en el marcador (11-21), pero nuestros  chicos se sobreponen y evitan que el rival no aumente más la brecha en el marcador (16-26 al descanso).

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En la reanudación, ya en el cuarto sexto, el Alevín “B” sale con nuevos bríos y  reducen la ventaja  a cuatro puntos (26-30) pero un arreón final de San Agustín le vuelve a dar una cierto margen en el tanteador (26-33).  Comenzamos el quinto. Los chavales consiguen volver a nivelar  más el resultado (30-33).  Tras un tiempo muerto del rival,  la reacción se corta. Un 0-5 de parcial  amplia la distancia para   los visitantes a 8 puntos (30-38).  Los nuestros  se rehacen y vuelven  a acercar  el marcador para dejar la resolución del partido en el sexto (34-39). Entramos último período. Alea iacta est (la suerte esta echada). Las defensas se intensifican y no dejan ya muchas alegrías. Eso junto a los nervios por lo apretado del tanteador, hace que el  aro se haga más pequeño.  Transcurren los cinco primeros  minutos  sin anotar ninguno de los  dos contendientes. No obstante es el Alevín “B” quien lleva la iniciativa en el juego y quien más claro tiene las ideas para afrontar los últimos minutos. Dos tiros libres  convertidos nos dejan a tres puntos (36-39). Un triple  empata el marcador a 39 a falta de un minuto. En el siguiente ataque,  falta personal de los nuestros.  A la línea de tiros libres. El jugador de San Agustín falla los dos, pero el árbitro manda repetir el segundo. Lo mete  y ventaja de un punto para los blancos (39-40). Tiempo muerto solicitado por nuestro entrenador para preparar el ataque. Sale la jugada  ensayada y canasta (41-40). Cobramos por primera   vez ventaja  tras la canasta inicial.  Ataca San Agustín y  pierde el balón. Menos de un minuto. Los nuestros intentan la canasta que cierre el partido, pero pierden también el balón, montando el equipo colegial un rápido contraataque  que es frenado con falta.  Dos tiros libres.  Faltan  4 segundos.  Más emoción imposible.  El primero lo falla. Ya sólo pueden conseguir el empate. El segundo también, pero el rebote va  para un jugador  contrario que cuando va tirar comete pasos.  Balón de fondo para el Alevín “B”. Saque  y final del partido.  Victoria.  Saltan los jugadores del banquillo alborozados a abrazarse con los que están en la cancha. No era para menos.  Se había remontado un partido  a base de casta y fe ante un buen rival que vendió muy  cara su derrota.

 

En definitiva justo y merecido triunfo del Alevín  “B” como premio al trabajo realizado durante todo el encuentro, triunfo que ha de servir para dar moral al equipo  para el futuro y  ganas para seguir esforzándose en los entrenamientos porque ese el único camino que hay que tomar  para mejorar y aprender. Enhorabuena chicos. Cuando la fe mueve montañas se logra todo. ¡Podemos!