Resumen Temporada Alevín 2006
Verano a las puertas, golpeándolas sin miramientos; como lo hicieron nuestros chicos con el muro que celosamente protegió tres años el Día del Mini, una fortaleza que dejó de ser inexpugnable en la última temporada, la más difícil. Aquella en que la selección de Madrid consiguió el Campeonato de España con una generación de jugadores difícilmente repetible. El equipo derribó todas las barreras y estuvo entre los cuatro mejores de un total de 95, una cuarta plaza que al fin le hace justicia.
El resumen de la temporada es bastante simple de hacer: primer tramo de competición dubitativo y escaso de juego e intensidad, que dio paso a una segunda parte de campaña mucho más acorde con la calidad y el potencial de este grupo. Cuando primaron las individualidades sobre el conjunto las cosas no fueron nada bien para el equipo. Póngase como ejemplo de juego colectivo la eliminatoria de cuartos de final ante Alcobendas, donde todos aportaron e hicieron posible el paso a semifinales. Nunca debe olvidarse que el baloncesto es decididamente un juego de equipo, más allá de intereses y objetivos individuales.
No quisiera extenderme demasiado, así que, más que detenerme en aspectos concretos de esta última temporada, prefiero repasar siquiera a vuelapluma lo que han sido estos cuatro años de minibasket. Todo empezó allá por octubre de 2014, en el que un grupo de chicos no muy avezados debutaba en partido oficial. Con los Diego, Marcos, Víctor, Nico…, compañeros de los que no podemos olvidarnos. Aquel día se dio el pistoletazo de salida a una carrera de alegrías, sufrimiento, esfuerzo, aprendizaje, compromiso, amistad…
Un grupo excepcional del que tiraron dos jóvenes excepcionales: Ángel y Sergio; desde el principio os ganasteis su confianza y su respeto. Nuestros hijos, sus padres y madres y el club os debemos mucho. Habéis conseguido algo cuyo reflejo perdurará en ellos siempre; un intangible que no se puede medir y que se irá haciendo más valioso con el paso del tiempo, a medida que nuestros chicos crezcan para irse convirtiendo en personas maduras.
Primasteis los valores sobre los resultados, la formación deportiva y humana sobre la clasificación, y eso es algo más complicado de poner en práctica de lo que parece; lo fácil hubiera sido anteponer el ganar a toda costa sin preocuparse de nada más, una filosofía que desgraciadamente hemos visto en demasiados equipos. Vosotros no lo hicisteis, y por ello vaya nuestro agradecimiento. Gracias también por haber soportado estoicamente a algunos padres ‘taxistas’ y ‘tacañones’ – ¿te suenan, Ángel? 😉 – que siempre buscaron ayudar en lo posible. Creo que siempre habéis contado con la colaboración de tod@s los padres y madres, y las equivocaciones que hayamos podido cometer no dudéis que han sido con la mejor de las intenciones; padres y madres que hemos convivido y disfrutado de forma ejemplar, con nuestras diferencias, nuestros puntos de vista y opiniones, pero siempre en agradable armonía. Personalmente os agradezco lo bien que me hacéis sentir junto a tod@s vosotr@s.
Ángel, Sergio: pequeños y grandes os echaremos de menos, aunque afortunadamente os tendremos cerca; no es un adiós, sino un ‘nos vemos’.
A partir de ahora, nuevos planes, nuevos retos y el compromiso de siempre. También un nuevo entrenador, Juan, quien seguro llevará a cabo una magnífica labor y que cuenta con todo el apoyo dentro y fuera de la pista. Te deseamos todo lo mejor para un futuro que esta semana ya se ha convertido en presente.
La canasta pequeña pasa al recuerdo. ¿Fin de trayecto?; no, es sólo otra parada en el camino.