Crónica Alevín 2003

11-ENERO-2014

ALEVÍN 2003

SAN PASCUAL MONTPELLIER 38 – ALCORCON BASKET 67

Entre el parón navideño y una jornada aplazada por inclemencias meteorológicas, nuestros chicos llevaban ya más de un mes sin jugar un partido oficial. Había, pues, un especial interés por comprobar cómo se reincorporaban a la competición, máxime cuando las sensaciones que estaban dejando al finalizar el pasado año eran ciertamente positivas.

Y, para empezar, un encuentro que se anticipaba con muchos “alicientes”, tal vez demasiados. El rival, San Pascual Montpellier, parecía ser en principio el conjunto con el que nos íbamos a jugar el pase a la siguiente fase, pero los últimos resultados habían cambiado el escenario (ahora ha pasado a ser Isaac Newton el mejor colocado) y era muy conveniente una victoria, pues de lo contrario el buen trabajo realizado en la primera fase podía complicarse de manera importante. En el partido de ida ya tuvimos que afrontar una desacostumbrada “intensidad” desde el banquillo contrario y un sistema de juego propio de categorías superiores. Ahora se trataba de volver a superarlo, pero con la dificultad añadida de hacerlo a domicilio.

En este sentido, no hubo sorpresas: de contrario se repitió el mismo guión y, dadas las exiguas medidas del campo, la contundencia de los bloqueos se hizo mas evidente aún (sobre este asunto no vamos a comentar nada adicional a lo ya reseñado en una crónica anterior, tan solo decir que, como era de esperar en unos alevines de primer año, la gran mayoría se ejecutaban deficientemente y se convertían en bloqueos en movimiento; esto es: empujones).

En todo caso, nuestros chicos también dejaron claro desde el primer momento su manera propia de plantear el partido: transiciones muy, pero que muy veloces y una defensa presionante con un grado de concentración cada vez mas interesante. Así las cosas, las diferencias entre unos ataques y otros eran más que evidentes (frente a unos escasos segundos de media por parte de Alcorcón, los jugadores de Montpellier se veían obligados a realizar auténticos “eslalon”, sobrepasando en muchas ocasiones el medio minuto).

El resultado oficial al descanso ya lo indicaba todo: 14-39 (y decimos oficial con toda la intención, porque por el camino alguna canasta había cambiado de bando… y cuando el tanteo que has conseguido anotar se reduce a cinco o seis canastas en 24 minutos, esos errores de la mesa se notan demasiado como para pasar desapercibidos).

Con el partido resuelto, la segunda mitad fue otra historia y resultó mucho mas igualada, fruto de que el planteamiento de salida del Montpellier era precisamente concentrar toda su artillería pesada en la fase final del encuentro (así, por ejemplo, su jugador mas determinante salió los periodos 2º,4º,5º y 6), sumándose a ello un intento de realizar un juego mas fluido y apretar en defensa, aunque fuese a costa de perder jugadores al cargarse de personales. Por nuestra parte, sin embargo, se siguió con la dinámica de repartir minutos e ir haciendo equipo para estar preparados cuando lleguen mayores retos. Al final 38-67, que permite mantener todas las ilusiones intactas de cara a la clasificación.

En conclusión, no fue un partido brillante –disculpable quizás por los polvorones y el roscón-, pero se vieron ráfagas de buen juego -con ataques fulgurantes y defensas valientes y eficaces aunque hubiese desventaja de centímetros-, se certificó que la evolución sigue a buen ritmo y, lo que es mas importante, que la nómina de jugadores que aportan significativamente cada día se va ampliando mas y mas, lo que permite mirar al futuro del equipo cada vez con mayor optimismo, ya que no solo es que todos sin excepción sumen, sino que empiezan a transmitir la sensación de ser un grupo competitivo sin dependencia de individualidades.