CRÓNICA ALEVIN 2002

Tras una primera parte de campeonato impresionante por parte de nuestros jóvenes jugadores y  después  de  una  semana  de  merecido  descanso  en  la  competición,  comenzaba  la  tan esperada segunda fase. Cuando, allá por el mes de septiembre, empezaba la andadura de este equipo,  nadie  se  atrevía  a  soñar  con  que  pudiéramos  estar  compitiendo  con  los  mejores conjuntos de la Comunidad  de Madrid. Pero el hecho es que ahí estamos, y seguro que no vamos a desaprovechar la oportunidad.

Afrontamos esta segunda fase con el objetivo principal de aprender a competir y disfrutar del baloncesto. Y con esa intención nos fuimos al Pabellón Municipal de las Rozas.

En este tramo de la competición todos los partidos son muy complicados. Aquí no hay peritas en  dulce.  Todos  han  demostrado  estar  a  un  gran  nivel.  Campeones  de  grupo.  Grandes conjuntos que están donde están por méritos propios. Por lo tanto, tenemos que afrontar cada partido con el cuchillo entre los dientes, para por lo menos, estar a la altura.

Empezamos  bien  el  partido.  La  primera  canasta  fue  nuestra.  En  los  primeros  compases supimos imponer nuestra superioridad física, a la mayor rapidez y viveza del rival. No obstante, la igualdad  era  la  tónica  del  primer  periodo.  Aunque  siempre  estuvimos  por  delante  en el marcador, nunca  conseguimos  despegarnos  del  equipo  rival.  Con  un  6­9  a  nuestro favor, llegaba  el  primer  tiempo  muerto  del  equipo  contrario,  que  intensificaba  la  defensa  y  nos provocaba continuas pérdidas del balón. No obstante, los nuestros no se descompusieron en ningún momento y llegamos al final de este primer periodo con un 12­13 en el marcador.

En el segundo sexto, nuestros chicos empezaron a sacudirse un poco el nerviosismo inicial. Se aumentaron ligeramente las diferencias, pero en ningún momento se llegaba romper el partido. Al final de este periodo se llegó a un 17­24, que hacía pensar que podíamos empezar a poner tierra de  por  medio  en  el  marcador.  No  obstante,  el  equipo  contrario,  estaba  dispuesto  a quitarnos de la cabeza esta idea. Combativos, rápidos, incisivos. Los nuestros no se sintieron cómodos en ningún momento, lo que provocaba que al final del primer tiempo sólo tuviéramos una ventaja de 2 puntos.

El cuarto sexto empezaba bien. Ganamos el salto inicial y canasta. Nuestros chicos apretaban en  defensa y los rápidos contraataques  hacían que nos fuéramos hasta de 11 puntos en el marcador. No obstante, esto era solo un espejismo. Un tiempo muerto del equipo contrario, les hacía reaccionar  y  provocaba  que se fueran acercando paulatinamente  en el marcador. Una gran  defensa,  unida  a  nuestra  imprecisión  y  sus  rápidos  contraataques  provocaban  una situación complicada para los nuestros, situándonos hasta 8 puntos por debajo, desventaja con la que nos iríamos en el marcador al final del cuarto sexto.

El quinto periodo del partido se antojaba decisivo. Se necesitaba un cambio de tendencia, volver a  las  virtudes  que  en  el  inicio  del  cuarto  periodo  nos  habían  facilitado  marcharnos  en  el marcador. Tocaba eso, o despedirse del partido. Afortunadamente fue lo primero. Se olvidaron los  nervios,  la  responsabilidad.  Se  incrementó  la  intensidad  defensiva  que  facilitó  rápidos contraataques con los que recuperar  la iniciativa en el marcador.  Al final de este periodo el panorama había cambiado definitivamente, y nos plantábamos con 9 puntos de ventaja.

El último periodo ya no cambió la tónica del marcador.  La ventaja nunca bajó de los cinco puntos, y  aunque los rivales no nos dejaron relajarnos en ningún momento, nuestros chicos supieron mantener la tranquilidad suficiente para que ya no volviera a peligrar el resultado. El marcador final de 67­72 refleja el gran trabajo de ambos conjuntos sobre el parquet y anuncian una segunda muy emocionante.

Felicidades a nuestros chicos por esta trabajada victoria. Toca seguir remando para tratar de llegar lo más alto posible.

Fdo: El becario.